A comienzos del siglo XX el baile flamenco gozó de un período de creatividad como nunca antes lo había vivido. Se bailó todo. Nacieron la farruca y el garrotín. Y, ¿por qué no?, también las marianas.
La primera noticia que hemos encontrado de una mariana bailada es de 1909 y la protagoniza el cuadro de baile del maestro José Otero. Dice así:
Cervantes.— Anoche se verificó en este teatro el espectáculo en que tomaban parte los grupos regionales que ya anunciamos.La concurrencia fue extraordinaria, encontrándose en mayoría los extranjeros y forasteros que ocupaban por completo todas las localidades del teatro [...]La última parte del espectáculo estuvo dedicada al cuadro andaluz, que dirigió el maestro Otero.En este cuadro hubo bailes de soleares, peteneras, panaderos, etc. etc. y varias coplas de seguidillas sevillanas, muy bien ejecutadas por las catorce parejas.En el repertorio flamenco hubo de todo, no faltando el garrotín, las marianas, malagueñas y derroche de cante jondo, que nada hubiese perdido con abreviarse un poco, pues éste no estaba al alcance de los numerosos extranjeros que formaban la mayoría del público.El Liberal. 11 de abril de 1909.
Al año siguiente, nos llegan noticias de Los Criollitos:
SeguiremosPETIT PALAIS.—Los Criollitos forman una pareja notabilísima de baile con transformaciones. Su trabajo es variadísimo, pues bailan la rumba, garrotín, marianas, kin-kin y otros; pero donde son ovacionados con entusiasmo es en La «matchicha», que bailan admirablemente.El Liberal, 21 de abril de 1910.