sábado, 5 de noviembre de 2011

Manuel Liñán encandiló al público de Sevilla

Manuel Liñán vino a Sevilla a dar un recital de baile y ¡vaya si lo dio! Aquello fue todo un concierto de un baile que sabía a flamenco por los cuatro costados. El granadino posee una técnica envidiable que quedó encubierta por un aluvión de frescura y espontaneidad. Puso al baile imaginación, temperamento, garra  y sobre todo, flamencura. 


Comenzó ilustrando un romance del Puerto y bailó hasta las comas. Dio paso al cante por seguiriya y lo remató con un martinete rebosante de seriedad y jondura. Le hizo después un monumento a la soleá, a base de riqueza expresiva, de temple, de conocimiento. No faltó de nada, incluida esa típica escobilla que hizo a su aire, fundiendo tradición y originalidad. Terminó con un taranto y unos tangos en los que, como buen hijo de Granada, dio toda una lección de compás y vivió y contagió a todos la fiesta sacromontana. El recital fue, por decirlo con una sola palabra, una gozada para todos los amantes del baile flamenco.

Completaron la faena Antonia Jiménez con unos extraordinarios tanguillos, arropada por las palmas y las vocecillas de La Tacha y Ana Romero y Juan José Amador, Ismael de la Rosa y Matías López el Mati con una ronda de fandangos, acompañados por el toque de Antonia y  de Jesús Núñez.

Fecha: 3 de noviembre de 2011.
Lugar: Sala Turina de la Fundación Cajasol.