lunes, 20 de junio de 2011

Alevines

Alevines
También había, como solía ser corriente en aquellas fechas, niños de muy pocos años que se subían a las tablas y bailaban la farruca. Esos fueron los casos, por citar algunos, de María Horcajo la Pinkiarita y de Nanín. Así lo contaron los papeles:

Novedades.—Sigue actuando con éxito inmenso la bailarina María Orcajo.
Esta notable artista, que apenas si cuenta ocho años, es ovacionada todas las noches, teniendo que repetir entre grandes aplausos la farruca y el garrotín, bailes que interpreta con una gracia y una picardía sin igual.
Esta diminuta artista está ya en tratos con distintas Empresas, para cuando termine sus compromisos en el teatro de Novedades.
La Correspondencia de España, 20 de julio de 1910.




Nanín
De este pequeño artista no hay que mencionar su vida pasada, sino la futura
Es uno de los más notables, quizá el mejor, de los cinco que componen la célebre Rondalla aragonesa.
Enlazada con su niñez, empieza su vida artística con un incomparable éxito, que para sí lo quisieran muchos artistas de valía.
Es un chico de diez años de edad, echados en picardía. Trabaja con sumo gusto, por l que es ovacionadísimo constantemente por todos los públicos que presencian su trabajo. De su repertorio, para qué hablar; es completamente inmenso y bonito, teniendo como especialidad la imitación de célebres y conocidos artistas, no siendo caricaturas, sino propias fotografías.
Como bailarín es excelente; pues baila con admiración de todos, “garrotines”, “tangos”, “farrucas” y “el afilador”; números que so para comprobar las buenas cualidades de un artista y conquistar la tan deseada y no siempre alcanzada fama.
Eco artístico, 15 de octubre de 1910.