En Sevilla.—En el Salón Imperial de La Unión celebró Dora la Cordobesita su beneficio.
Un periódico local dice lo siguiente:
«Cantó Dorita anoche con sentimiento, con gracia, como las «grandes»; pero puede decirse que donde «echó» el resto fue bailando. Bailó como lo que es: una maestra, porque Dorita, esa pequeña mujer morena, esa tanagra cordobesa, cuando alza los brazos para bordar un tango o una farruca, se crece, se transforma y es algo grande que maravilla y que seduce. Anoche nos regaló con un poco de baile flamenco, acompañada a la guitarra, siendo la admiración de todos.
Es Dorita una de las mejores intérpretes de este género, y su arte personalísimo se puso de relieve ejecutando estos bailes, que, digan lo que digan nuestros detractores, son y serán admirables, mientras conserven la gracia, el fuego y la alegría de la raza.
Las ovaciones que la preciosa beneficiada escuchó anoche fueron de las que no se olvidan fácilmente.
La Correspondencia de España, 25 de febrero de 1920.
