lunes, 4 de abril de 2011

La farruca en los escenarios teatrales

Carmen Andrés y Antonia Sánchez Jiménez



Otras destacadas intérpretes de la farruca fueron las tiples cómicas Carmen Andrés y Antonia Sánchez Jiménez. Con ellas la farruca ganó en picardía y voluptuosidad. Ellas crearon la que algunos llamaron farruca psicalíptica. Recogemos a continuación algo de lo que la prensa dijo de ellas y de sus farrucas.

El anuncio de que anoche se celebraba en el teatro Eslava el beneficio de Carmen Andrés y de Antonia Sánchez Jiménez, dos de las más populares sacerdotisas del sicalipsis, llevó al Pasadizo de San Ginés un público numeroso, en el que figuraban todos los entusiastas de las beneficiadas […] Decir que Carmen Andrés y Antonia Sánchez Jiménez lucieron todas sus habilidades a satisfacción de los espectadores, no sería decir nada nuevo […]

Nuestra imparcialidad nos obliga a declarar, sin embargo, que casi al final de la obra una farruca, subjetivamente bailada por las hermosas beneficiadas, hizo resonar entusiastas aplausos, siendo repetida.

Es claro que los aplausos iban dirigidos a Carmen Andrés y a Sánchez Jiménez; pero el maestro Licó se apropió de la paternidad de la farruca, y salió a escena a recibir su parte de ovación.

La verdad es que con el moderno sistema, cualquier día vamos a ver a uno de los músicos que ahora se estilan, pretendiendo aplausos como autor del baile de los seises de la catedral de Sevilla.

La Época, 23 de mayo de 1908.

Solamente una “farruca” que se “marcó” la Srta. Andrés, mereció los honores de una repetición. Yo no sé si por la intérprete o por el número, pero me inclino a adjudicar el éxito a la señorita Andrés.
El País, 14.10.1908

Carmen Andrés, que a pesar de sus carnes está muy guapa, se bailó un tango y una farruca y fueron los únicos aplausos que se escucharon durante la obra
El Globo, 14.10.1908

Es esta bellísima y popular tiple [Carmen Andrés] el alma del género sicalíptico español; ella por sí sola, sus ojos, su boca, su pelo, su voz, sus curvas y sus movimientos son un verdadero tratado de arte picaresco.
Es ella la verdadera obra sicalíptica de nuestro teatro alegre.
Eco artístico, 5 de abril de 1910.

Eslava.—Anoche celebraba su beneficio la bella tiple cómica Carmen Andrés, la más graciosa y robusta columna del género chico del afortunado coliseo. ¿Vamos a decir que el teatro de Eslava estaba rebosante de admiradores cuando celebra su beneficio la señorita Carmen Andrés?  Con la sala brillante en todas las secciones, la bella tiple hizo gala de las facultades artísticas que posee durante toda la representación. Elogio tardío sería la enumeración de sus cualidades, cuando tantos aplausos le otorgado el público de Madrid. Belleza, plasticidad, elegancia, arte y picardía en el gesto y el mohín; ingenuidad para arropar la malicia, espontaneidad para situar su figura en posición estatuaria en la escena, dicción flexible y bonita voz le reconocen cuantos han celebrado su trabajo escénico; y ocioso es asegurar que en noche de beneficio habían de resaltar todas estas cualidades de Carmen Andrés.
Autores agradecidos, amigos incondicionales, admiradores sinceros llenaron el camerino de la beneficiada de regalos artísticos y de flores, mientras sonaban en la sala los aplausos […]
La Correspondencia de España, 23 de junio de 1910.