La farruca solía encasillarse como baile gitano. No es extraño, por tanto, que más de un empresario pensase que la bailaora idónea para interpretarla habría de ser una flamenca. Así lo pensó, desde luego, el del Teatro Martín. Lo contaron los papeles.
Continúa representándose con éxito la zarzuela “Sol y alegría” contándose por llenos todas sus secciones y repitiéndose en todas ella el tango del Sacatinqui y la preciosa farruca que para bailarla se ha contratado a una bailadora flamenca.El País, 23 de abril de 1909.
Y, como no podía ser menos, es difícil encontrar una bailaora que no se luciese marcándose una farruca. A todas ellas las iremos recordando en las próximas entradas.
