lunes, 13 de septiembre de 2010

Encanta arroba y embriaga...

                        José Luis Ortiz Nuevo

        Un estudio de aproximación al conocimiento de la Bulería,
                 y a descifrar su enigma, siguiendo el rastro que dejó en periódicos antiguos.

        Hay que ver a una mujer hermosa como al compás de la música de este baile que parece compuesto de gemidos de dolor y gritos de alegría, se mueve y contonea en mil giros diversos...”
                                      (Lorenzo Leal, 1888)
       
Nota del autor:
        Este texto -escrito en 2004- y en su día publicado por la revista flamenca CANDIL,  es la base de los trabajos que en la actualidad seguimos por mor del esclarecimiento del enigma de la Bulería y  de los que pronto tendrán noticias nuevas, de las viejas pero novísimas.



    En 1911, el 3 de noviembre de 1911, se publica en El Liberal, de Madrid, una extensa entrevista que -por aquellos días- Alfredo Pérez Lugín  le había hecho a Pastora, la de los Peines, a la sazón triunfadora en la corte. El texto -más que curioso- se abre con un preciso y premonitorio ante título: “Interviews Trascendentales”.  A nuestro interés sin duda que lo fue y lo es, lo sigue siendo.
    El periodista, ante una muchacha tímida que  se parece poco o apenas nada a la mujer imponente en los escenarios, porfía por sacarle declaraciones de trascendencia o no, a trancas y barrancas. La Niña habla poco -largan, sobre todo, la madre, y un tío de ella que las acompaña- y lo hace con cierta desgana, sin voluntad; pero en un instante, y tras declarar -sin ambages-  su predilección por los tangos, cuando el entrevistador le pregunta:
    -¿Tiene usted estilos suyos?
    La cantaora, que cuenta entonces 21 años y actúa con éxito arrollador en el madrileño Trianón Palace, abandonando su dejadez, responde sin dudarlo, segura de sí y rotunda:
    -Sí, señor, las peteneras y la bulería.
    Lo que seguramente no advirtieran ni supiesen -en esos momentos ni tampoco luego- ninguno de los dos, ni Pastora ni Pérez Lugín, es que -por mor de esas declaraciones- la palabra bulería, como concepto de cante, se asomaba por primera vez a los periódicos. (1)
     Nunca antes se había escrito y de súbito apareció como si fuera algo de toda la vida de Dios, común en el lenguaje de los flamencos. Les recuerdo que estamos en 1911, cuando arrasaban garrotines y farrucas  por doquier. En pleno apogeo de Chacón, y con el Torre y la Pastora galleando...
    ¿Puede -entonces- darse por válido y verídico que la bulería sea un modo del cante natural de los primeros años del siglo XX? Aunque resulte en extremo paradójico, la respuesta  -a nuestro juicio-, podría ser No y a un  tiempo.
    ¿Y eso cómo es? ¡Eso no pué ser! ¿Cómo va a ser eso? Bueno, no se precipiten. Aguarden a conocer las razones, los argumentos que sustentan a lo uno y a lo otro. Hagan el favor de acompañarme y veamos el por qué de las cosas.
    Hemos advertido que  -mientras no aparezca otra referencia anterior- fue en 1911 cuando se citó su nombre por vez primera en la prensa. Un año antes se habían grabado ya con esta denominación. Pero miren que en 1910, es decir: hogaño mismo, pudo -en Sevilla- (2) escribirse y leerse lo siguiente:
                 La Feria.- ...En la caseta del Círculo de Labradores se dio esta mañana la nota típica, pues se celebró una fiesta andaluza con tangos, garrotín, sevillanas, jaleo, y demás bailes característicos de la región, así como su poquito de cante jondo...                       
                                        (El Liberal. 21 de abril)

    Y dos años antes, esto otro:
    La Fiesta Andaluza.- Una nota soberbia, imponderable de color, se ha ofrecido ayer tarde en el teatro Eslava, con motivo de la fiesta andaluza organizada en obsequio a los representantes de las comarcas españolas...
...los números de baile flamenco, tango y jaleo, estuvieron a cargo de dos artistas en su género: Juana la Macarrona y Antoñita la Coquinera, acompañadas por La Serrana. Fueron aplaudidas con delirio y hubo la consiguiente repetición.                   
                                        (El Liberal. 28 de abril)

    Reconocidos estos testimonios, díganme  -con el entendimiento y la razón y no con los prejuicios- : ¿Sabiendo quienes eran una y otra bailadora,  será disparatado considerar que ese jaleo  -número de baile flamenco habitual compañero del tango-  interpretado por ellas en 1908  no fue sino una bulería que aún no había sido bautizada con su nuevo nombre? ¿Qué otra cosa podía ser si no?
    Parece lo evidente. Lo natural y lo sencillo a la vista de los hechos. Y el reguero de  noticias que por mor del género entonces se escriben, cabalmente lo certifica. Aporta cantidad de huellas que lo avalan. Miren cómo es ésta:
    Bautizo de una Gitana.- ...en el segundo patio del edificio tuvo lugar la fiesta que se ha prolongado hasta las primeras horas de la madrugada.
Hubo vino en abundancia, reinando entre los reunidos mucha alegría y entusiasmo.
    Varios gitanos y gitanas bailaron el jaleo y el tango, cantados por gente cañí, siendo extraordinariamente aplaudidos y recibiendo los artistas no pocas monedas...                 
                            (El Noticiero Sevillano. 23 de abril de 1902)(3)

    Como se suele decir: “¿Más claro? : ¡agua!”

NOTAS 

(1)        Hasta que no aparezca otra anterior que lo modifique.
(2)    La  mayor parte de la información que aquí se recoge corresponde a hechos acaecidos en esta ciudad, según publicaron: La Andalucía, El Cronista, El Liberal, El Noticiero Sevillano, El Porvenir, El Progreso y La Unión.
(3)       Miren la semejanza y el cambio dieciséis años después:
                                             DESDE SANLÚCAR
                         Bautizo Extravagante – 24 horas de juerga
        El domingo tuvo lugar el bautizo de las dos criaturas que hace pocos días dio a luz en la playa una gitana.
        Desde temprano empezó el público a afluir a Bajo de Guía, donde a las ocho de la mañana había más de un millar de personas, empezando a dicha hora una fiesta puramente andaluza, corriendo el vino en abundancia.
        Al salir de Bajo de Guía esta carnavalesca comitiva se dispararon multitud de cohetes, dirigiéndose al templo parroquial por las principales calles de la población, en medio de un griterío ensordecedor y a los acordes de tangos, bulerías y demás números de música populachera...
                                     (El Liberal. 6 de marzo de 1918)