Rastreábamos la prensa de principios del siglo XX, buscando noticias sobre la bulería anteriores a 1910. No encontramos nada, pero asistimos al nacimiento y primeros pasos de la farruca y el garrotín. Y nos encariñamos con la primera. Era un estilo flamenco que había visto las primeras luces cuando estaba llegando a su fin el siglo XIX y nada más amanecer el XX ya se bailaba. Luego, fuimos testigos de su rutilante juventud en la primera década de esa centuria. La vimos crecer y madurar en la segunda y engrandecerse cuando encontró cobijo en las páginas musicales de don Manuel de Falla. Desde entonces es un clásico en el mundo del flamenco y de la música española.
En las entradas que siguen repasaremos e historiaremos su trayectoria artística desde sus primeros balbuceos hasta aquel memorable 22 de junio de 1919 en que sonó en el Teatro Alhambra de Londres la farruca de El sombrero de tres picos del maestro Falla.
En las entradas que siguen repasaremos e historiaremos su trayectoria artística desde sus primeros balbuceos hasta aquel memorable 22 de junio de 1919 en que sonó en el Teatro Alhambra de Londres la farruca de El sombrero de tres picos del maestro Falla.
La palabra “farruca”
Especialmente en Andalucía y en Cuba les llamaban “farrucos” a los emigrantes gallegos y asturianos . Después, en Sudamérica terminarían llamando “gallego” a cualquier español. En este sentido, no deja de resultar curioso el nombramiento que la Junta Directiva del Centro Gallego de Madrid hizo en 1902 al cardenal arzobispo de Santiago, D. José Martín y Herrera. Le invitó a inaugurar un ciclo de conferencias y en reconocimiento a su buena disposición, le nombró Farruco de Honor (El País, 18 de noviembre de 1902).
Especialmente en Andalucía y en Cuba les llamaban “farrucos” a los emigrantes gallegos y asturianos . Después, en Sudamérica terminarían llamando “gallego” a cualquier español. En este sentido, no deja de resultar curioso el nombramiento que la Junta Directiva del Centro Gallego de Madrid hizo en 1902 al cardenal arzobispo de Santiago, D. José Martín y Herrera. Le invitó a inaugurar un ciclo de conferencias y en reconocimiento a su buena disposición, le nombró Farruco de Honor (El País, 18 de noviembre de 1902).
"Farruco" es también sinónimo de "bravucón" e "insolente"; de ahí la expresión "ponerse farruco". Y hubo también, tal vez porque flamenco y toros han estado de siempre muy unidos, ciertos lances toreros que se describían con la expresión “bailarse la farruca” o “pasos de farruca”. He aquí unos ejemplos:
“Rondeño” se baila la farruca en unos lances al tercero, que es negro.Respetable público, 3 de agosto de 1909.
Regaterín da los primeros pases con pasos de garrotín. En los segundos cambia el “aire” del garrotín por el de la farruca; pero de baile no salimos.
El País, 11 de octubre de 1909.
Celita se baila con el capote la farruca, ante el toro, demostrando que también lo hace bastante mal eso del baile.
El Globo, 29 de agosto de 1910.
Zurito abre el capote en el 3, y dice a su adversario: “¡Ven, Cirilo, ven!, y el Cirilo llega y se mete en las posesiones del cordobés, al que hace bailar una vistosa farruca.
La Voz, 30 de abril de 1929.
