Si tuviéramos que definir las características de un buen
baile por alegrías y otro por soleá, podríamos echar mano de los ejemplos que
nos brindaron anoche en La Caja Negra Javiera La Moreno y Alejandra Águila, dos
chiquillas de cuerpo menudo, pero con mucho arte.
Toda la viveza, la sal y la gracia del mundo derrochó en sus
alegrías Javiera. Hizo un baile completo, preñado de pellizcos y equilibrado en
sus tiempos: letras, silencio, zapateado y remate. Bailó con todo su cuerpo, cabeza,
mirada, hombros, caderas y con
desenvoltura y dinamismo, y lució un amplio muestrario de recursos.
La soleá de Alejandra fue también un canon: solemne,
majestuosa, introvertida. Cargado de expresividad su rostro y bonitos
movimientos de brazos y cuerpo. Sus marcajes proporcionaron fuerza y contrastes
a su baile. Y no le faltó chispa en las bulerías de remate.
El entendimiento con el cante fue completo y entre Cristina
Tovar y ella protagonizaron el momento por el que se coló el duende, el más
emotivo de la noche. Ambas dieron una
lección de lo que es bailar al cante y cantar al baile. Estuvieron acompañadas por la experimentada guitarra de
Fytty.
¡Qué buena racha
llevamos!
Eulalia Pablo
Lugar: La
Caja Negra.
Fecha: 20 de
mayo de 2014.