Qué duda cabe que “Federico según Lorca” está inspirado en
Lorca. Conociendo a Eva Yerbabuena no nos cabe la menor duda de que hasta el
más mínimo detalle de la puesta en escena de esta obra tiene algún significado,
algún punto de relación con la vida o la obra del poeta granadino. Pero, ¿entiende
el espectador todas esas alusiones? Hay algunas claramente identificables. Las
menos. Las más son oscuras cuando no absolutamente incomprensibles, solo al
alcance del estudioso de Lorca. Y algunas posiblemente ni eso.
En realidad, “Federico según Lorca” es una obra contada con
un lenguaje críptico y envuelta en un halo surrealista. Una buena banda musical
y una serie de escenas solemnes y grandilocuentes con un omnipresente muro. Imágenes
más o menos impresionantes en las que la música y el baile flamenco —y eso es lo que el público
espera y desea de un espectáculo firmado por Eva Yerbabuena y Paco Jarana— terminan diluyéndose.
Es cierto que aquí y allá suenan ecos flamencos. Asistimos a
una fiesta en la que los tangos son protagonistas absolutos. El Extremeño, José
Valencia y Jeromo Segura, con la guitarra de Paco Jarana y la percusión de
Antonio Coronel y Raúl Domínguez, hacen sus fandangos. Con ellos Frasquito Yerbabuena
se suma al recuerdo de su paisano. Eva, como siempre, luce unos pies de una precisión suiza. Eduardo Guerrero, Cristian Lozano y Mercedes
de Córdoba, secundados por Lorena Franco, María Moreno y Moisés Navarro,
pusieron algo de flamenquería en las coreografías de Eva. Todo eso, que lo disfrutamos,
nos supo a poco. Los movimientos del contemporáneo, por el contrario, nos
parecieron insulsos y repetitivos. En conjunto, el espectáculo —1 hora y 45 minutos— terminó aburriéndonos.
“Federico según Lorca” se estrenó en LX Festival de Música y
Danza de Granada el 12 de julio de 2011 y de ahí pasó al Teatro del Generalife,
donde pudo verse del 20 de julio al 28 de agosto de ese año.
José Luis Navarro
Lugar: Teatro de la Maestranza.
Fecha: 17 de mayo de 2014.