Guernica 75 es el homenaje de un malagueño a otro malagueño.
El homenaje de Daniel Casares a Pablo Picasso. Un recuerdo al pintor cubista
cuando se cumplen 75 años del cuadro que dejó testimonio de una brutalidad
bélica. Un concierto de guitarra que da forma musical a las sensaciones que
inspiró la contemplación de un cuadro en un joven compositor flamenco. El
reflejo musical de una huella visual. La respuesta a una obra pictórica. Un
concierto apasionado. Doce temas brillantes que desarrollan ideas y
sentimientos: Málaga, Minotauro negro, La ventana de la luz, La vida de color,
Alegre infante, Palabras con alas, Cubismo, Grito, Caballo, La oración del
soldado, París, Horror, esperanza y reconciliación.
Una guitarra de hoy con ecos de Vicente Amigo. Una guitarra
que envuelve y enmarca baile, cante y pintura.
El baile lo pusieron Isabel Vázquez y Sergio Aranda. La
danza contemporánea de una artista con hechuras de bailarina de puntas y el
baile acompasado y preciso de un bailaor flamenco. Elegancia femenina y varonil
viveza rítmica.
El cante fue cosa de dos gargantas jóvenes y vigorosas, Juan
Murube y Miguel Astorga, con las palmas de Adolfo Vega y Juanjo Alcántara. Completaban
la orquesta flamenca la guitarra de Víctor Torres, el violín de David Moreira,
el teclado y la flauta melódica de Ildefonso Aroca y el cajón de Miguel
"Nene".
La pintura estuvo presente en las proyecciones de los
dibujos de Andrés Mérida y en los trazos que hacía cara al público la mano de Simón
Zabell.
Guernica 75 fue un estreno en Sevilla que da lustre a esta Muestra.
José Luis Navarro