domingo, 25 de junio de 2017

UN ESPECTÁCULO ELEGANTE Y COMPETENTE


Espectáculo: “¡Viva el café cantante! Una noche al Silverio y otra al Burrero”, conferencia ilustrada. Baile: Malena Alba y Gloria García de Castro. Cante: Edu Hidalgo. Toque: Javi Gómez. Regidora: Rocío Navarro Pablo. Presentadora: Eulalia Pablo. Textos: José Luis Navarro. Clausura del V Taller anual de posgrado de Estudios avanzados de flamenco, Salón de Actos de la Facultad de Ciencias de la Educación, Sevilla, 23 de junio de 2017.                        

Por fin hemos podido ver este espectáculo, del que habíamos oído buenas críticas. Viniendo de la mano del notario mayor del baile, José Luis Navarro, no cabía esperar más que lo que vimos: un espectáculo hermoso, bien medido en tiempo y forma, variado, inteligente, elegante, preciso en la consecución de sus fines didácticos y artísticos. La idea es ofrecer en breves pinceladas, con la palabra de la investigadora y profesora Eulalia Pablo, como narradora certera, un acercamiento a la historia de los cafés cantantes, especialmente Silverio y El Burrero.



En hora y pico --aunque faltaba una actuación más, la de la bailaora Ana Moya, habitual en el espectáculo, ausente por motivos personales--, dejándonos la miel en los labios, sabiendo a poco, se nos ofrece inicialmente, para abrir boca, un baile por alegrías con las dos bailaoras en perfecta armonía y con mucho gusto.






Un toque por granaína de Javi Gómez nos relaja con riqueza de matices después de la explosión de picardía y movimiento de las alegrías. Muy bien Javi en todo momento, como el cantaor Edu Hidalgo, entregado y aceptando retos como el de la seguiriya en estilos de gran dificultad (“Siempre por los rincones / te encuentro llorando…”), que siguió a las guajiras para alarde de Malena Alba.


José Miguel Díaz Báñez, director del proyecto COFLA, proyecto de excelencia de investigación flamenca de la Junta de Andalucía, nos decía entusiasmado “Esta chica ha nacido para la guajira”. En efecto, en la línea magistral de una Merche Esmeralda, Malena eleva a categoría suprema la guajira, con una gracia de movimientos, con un manejo del abanico, con una variada faceta de expresiones de baile y de emoción que nos deja una estampa única para el recuerdo.



Como cierre de esta velada tan grata y convincente, la soleá, que no podía estar ausente, en estilos alcalareños (“Es verdad que yo tenía / una quejita con Dios…”) o gaditanos, con remate de jaleos. Ahí está Gloria esta vez con cola y mantón, para bordar un baile que sabe a toda la tradición de la escuela sevillana (Matilde Coral y Milagros Mengíbar de referentes aún presentes).
En conjunto, sin duda un espectáculo que aúna con competencia la investigación y didáctica con lo artístico, una hora y cuarto que jamás decae en intensidad y valor flamenco, un recorrido por variados estilos que ilustran la variedad del flamenco desde la seguiriya o la soleá a la guajira o las alegrías. Pura delicia que merece ser ofrecida en todos los rincones donde haya interés por el flamenco de calidad y hecho con elegancia. Ah, y con jóvenes como estos el flamenco seguirá presente y eterno.
                                                                                                              José Cenizo Jiménez