jueves, 9 de abril de 2015

"6Zapatos", ambición y generosidad

6Zapatos es un proyecto ambicioso. Es también un acto de generosidad. Tres artistas, cada uno con un nombre hecho en el flamenco, se ceden mutuamente parte del protagonismo en beneficio de las otras dos. Consiguen así bastante más que la simple suma de tres formas de concebir el baile. Consiguen, cuando las tres se embarcan en un mismo estilo, una interesante y innovadora simbiosis artística. Son tres bailaoras y tres momentos creativos —sin duda, lo más original de 6Zapatos—: la introducción por tonás, las cantiñas y las soleares finales.

Foto: Jaime Martínez. Cortesía de Cajasol
Comienzan sentadas, cada una delante de un cantaor y hacen unos redobles que nos recordaron al maestro Mario Maya. Por cantiñas, lo más vistoso del espectáculo, lucen las tres batas de cola, se cruzan, se adornan y se complementan. Lástima que les falte espacio para exhibir debidamente las imágenes que crean al unísono.

Foto: Remedios Malvárez. Cortesía de Cajasol
Por soleá vuelven a encontrarse, combinando lucimiento personal y apoyo desde atrás. Una baila y las otras dos, sentadas, palmean. Luego, las tres se juntan para la escobilla. Una apuesta por la novedad.

Foto: Remedios Malvárez. Cortesía de Cajasol
Completan 6Zapatos una rumba de las guitarras y tres bailes individuales. La Piñona zapatea por serranas. Mercedes de Córdoba hace un taranto con rasgos e imágenes personales al que pone todo el dramatismo del mundo de la mina. Soraya Clavijo se mete en los caminos del riesgo con un martinete que adorna con figuras insólitas.

Atrás las acompañaron, salvando como pudieron los desatinos de un sonido desastroso, Juan José Amador, Pepe de Pura y Moi de Morón al cante, con las guitarras de Juan Campallo y José Luis Medina y la percusión de El Cubano.

                                                                                                     José Luis Navarro