martes, 13 de mayo de 2014

Armaron el taco

Tres jóvenes artistas encandilaron anoche al numeroso público de La Caja Negra. Sus nombres: Guillermo Guillén a la guitarra, Rocío la Boterita al cante y Mathilde Fornelli al baile. No hace falta más para conseguir un buen espectáculo. Hubo química y entendimiento entre ellos y destilaban su propio disfrute en lo que estaban haciendo.
Abrió  la guitarra con unos rítmicos tangos, acompañados por las diestras palmas de la Boterita y  Helena Cueto, que se subió a colaborar. Una guitarra con alma, buen sonido e inspiración y, a la vez, respetuosa y pendiente en todo momento  del cante y el baile.


El cante se presentó con unas brillantes y ricas  alegrías, rematadas por caracoles. Rocío tuvo su noche. Una noche realmente brillante.


Mathilde nos sorprendió por la enorme mejoría experimentada desde la última vez que la vimos. Dejó a un lado las consabidas soleá, alegrías y seguiriya y principió por fandangos abandolaos, ofreciéndonos rondeñas y fandangos de Frasquito Yerbabuena vivos y vibrantes.


Sin embargo, lo mejor estaba por venir. En la segunda parte los tres remataron una estupenda faena. Rocío abrió por marianas, acordándose de Menese y poniéndoles su toque personal.
Luego, Mathilde bailó un taranto y ahí todos echaron el resto. Comenzó con una suave tarara para entrar de lleno en el dramatismo propio de ese estilo. Le puso fuerza y plasticidad y lo remató de nuevo con la tarara. Hizo un baile muy bien estructurado en el que puso de todo: bonitas figuras, quiebros, escorzos, los pies precisos..
Bravos y una larguísima ovación premiaron el trabajo de todos.
Eulalia Pablo

Lugar: La Caja Negra (Sevilla)
Fecha: 13 de mayo de 2014.