Valga este verso de Antonio Machado para definir lo que
sentimos al ver de nuevo a Conchi Murcia y Alberto Sellés. Hace apenas tres
meses desde que vimos a Conchi por
última vez. Y hay que ver lo que ha andado desde entonces. Me dan ganas de
decir que no se puede bailar mejor por alegrías de como lo hizo ella anoche. ¡Qué
elegancia!, ¡qué desparpajo!, ¡qué picardía!, ¡qué dominio!
Pero no. Estoy convencido de que cuando la
vuelva a ver habrá dado más pasos por ese camino que la lleva directamente a la
excelencia del baile flamenco. Y es que para destacar en el mundo del arte hay
que nacer con un don especial. Pero eso no basta. Hace falta además currar
todos los días, no pensar nunca que ya se ha llegado, tener la humildad, la
inteligencia y la voluntad de saber que siempre se puede llegar más lejos. Y
así es y eso es lo que hace Conchi cada día.
Y lo mismo, palabra por palabra, podemos decir de Alberto
Sellés. No podemos comparar, porque era la primera vez que le veíamos hacer el
polo, pero qué forma de bailar y qué manera de transmitir ese disfrute que él
siente y nos hace sentir cuando baila. Manos, pies, gesto, todo el cuerpo al
servicio del compás. Yo no sé adónde va a llegar como siga así. Habrá que
inventarse nuevos parámetros y nuevos moldes para juzgarlo, para que, al final,
también los haga pedazos.
Únicamente echamos en falta el baile en pareja. Un tipo de
baile que muy pocos hacen hoy y que ellos lo saben hacer, como aquellos
deliciosos tangos que nos regalaron en el mismo escenario en noviembre pasado.
Con ellos estuvo Clarisa di Salvo, que bailó por seguiriya.
Al acompañamiento la guitarra de José Ismael Sierra, limpia, ajustada, y el
cante de Ismael Solomando, que hizo primero un interesante recorrido, de la
mano del Cojo de Málaga, por la murciana, la levantica y la malagueña
atarantada de Fernando el de Triana y luego se asomó al otro extremo de la
Andalucía flamenca para hacer unos tangos extremeños, que, después, en la
papaíta final, completó con unos jaleos también de su tierra. Un magnífico atrás.
Lugar: Sala Garufa.
Fecha: 28 de junio de 2013.
José Luis Navarro