viernes, 12 de abril de 2013

Una murciana con futuro


Me gusta cómo baila Conchi Murcia, porque hoy que se rinde un tributo a todas luces excesivo a un virtuosismo estéril que raya a veces en lo puramente circense, su forma de bailar sosiega y predispone al goce artístico.


Tiene Conchi dos cualidades para el baile que se asocian respectivamente con Cádiz y Sevilla: la gracia y la elegancia. En Cádiz se respira esa gracia. En Sevilla se transmite elegancia de generación en generación, por eso se habla de Escuela Sevillana. Y Conchi no es ni gaditana ni hispalense ―nació en Murcia, como casualmente dice su apellido―, pero ella las tiene. Son algo natural en ella. Anoche lo demostró con creces. Bailó por alegrías y derrochó garbo y finura en cada movimiento y en cada gesto.


Cada baile exige lo suyo y las alegrías no se pueden bailar con rostro solemne, hay que hacerlo como lo hace ella: con ojos chispeantes de gracia y picardía. Y, por supuesto, conociendo y respetando el baile y todos los momentos de su coreografía tradicional. Un conocimiento que ella también demostró anoche. No creo que me arriesgue nada si le auguro un porvenir cercano y brillante en el panorama del baile flamenco.

Eve Rosenbloom
Completaron el programa el baile de Eve Rosenbloom, una israelita que apuntó muy buenos detalles en su baile por soleá, y Cristina Tovar, que se lució tanto en el acompañamiento al baile como en el solo por tangos que hizo. 

Cristina Tovar

Gori Mazo
A las tres las acompañó a la guitarra Gori Mazo con un toque tan eficaz como sensible. Hizo  una granaína en solitario en la que puso imaginación, sutileza y exquisitez y tuvo momentos realmente chispeantes en las bulerías del fin de fiesta.. 

José Luis Navarro

Lugar: Sala Garufa (Sevilla)
Fecha: 12 de abril de 2013.