sábado, 10 de noviembre de 2012

Noche redonda en el Garufa

Después del magnífico sabor de boca que nos dejó Alberto Sellés el pasado 12 de octubre en la sala Turina, acudimos a verle de nuevo en el recital que programaba la sala Garufa para anoche. Y nuestras expectativas se confirmaron.


Abrieron la actuación unos simpáticos tangos,  un paso a dos  vivo e imaginativo de Conchi Murcia y Alberto que sirvió de alegre aperitivo para preparar el ambiente.
La sorpresa de la noche fue Conchi Murcia. Su soleá dejó bien claro que habrá que seguirla muy de cerca de ahora en adelante. Fue majestuosa y  serena, sin aspavientos. Ella la acompaña con su excelente porte, la adorna con unos bonitos brazos y la adereza con finos zapateados, variados  pellizcos y un discreto toque de gracia.
 
 
Tras una estupenda introducción por malagueñas de Manuel Romero,  Alberto  hizo, un baile largo y completo por verdiales, rara avis hoy en día, ya que, desgraciadamente este baile se está convirtiendo  simplemente en una bulería más.  Bailó  varias letras por rondeñas,  respetando en sus marcajes el ritmo abandolao, sosegó el baile para dibujar las falsetas con excelentes figuras  e hizo gala de sus potentes y variados zapateados. Remató con el ya clásico fandango de Frasquito Yerbabuena. Demostró, en fin , conocimiento y buen hacer.
 
 
 
Valores añadidos al recital fueron sin duda el cante de Manuel Romero,  un joven cantaor que se supera  día a día, conoce los cantes y tiene un amplio repertorio de estilos y letras que se preocupa por renovar en cada actuación, el toque personal de Idan Balas que él sabe enriquecer  con detalles y retazos de sus propias vivencias y raíces musicales, como la pequeña introducción con la que comenzó la soleá, y el generoso elenco, nada menos que cinco espontáneas,  para la pataíta final. 

Eulalia Pablo