sábado, 27 de octubre de 2012

Patricia Guerrero, revelación de la Bienal 2012


El jueves vimos a Patricia Guerrero sobre las tablas de la Sala Turina. Acababan de otorgarle el Giraldillo a la Artista Revelación de la pasada Bienal. Y bien que se lo merecía, porque en el espectáculo Las idas y las vueltas de Arcángel y Fahmi Alqhai en el Alcázar bailó como los propios ángeles.
Nada me sorprendió esa actuación, porque para mí ya había sido toda una revelación cuando solo tenía 16 años. Fue en otra Bienal, la de 2006, en el ciclo +Jóvenes+Flamenco, celebrado en los Jardines del Valle. Entonces escribí (La Flamenca,19):
 
Tiene 16 años y baila con un desparpajo propio de una bailaora de 35. Une el conocimiento de una temprana madurez y la frescura de una juventud plena. Hace un baile a la vez añejo y actual. Un baile que rinde culto a la forma granadina de entender e interpretar la danza, pero que ya empieza a tener rasgos personales. Un baile espontáneo y rico en todo tipo de pasos y movimientos. Patricia se ensimisma en los hondones del sentimiento y la pasión y baila con todo su cuerpo. Un cuerpo que respira y vibra ajustado al más exigente compás. Sabe poner el tono picarón con hombros y caderas cuando se arranca por tangos y le da seriedad al rostro y a la figura cuando se estremece por seguiriyas [...] Patricia Guerrero ha sido una niña prodigio y hoy es una jovencísima bailaora llamada a convertirse a muy corto plazo en una auténtica figura del baile flamenco.
 
Patricia Guerrero en el Festival de La Unión. 2007.
Creo que no me equivoqué en nada. Luego consiguió el Desplante Minero en La Unión en 2007 y ahora es una consumada bailaora. Le sobran tablas y tiene todo el aplomo de una veterana. Y todo sin perder ni un ápice de la espontaneidad de una chiquilla que respira baile por los poros. Lo volvió a demostrar sobradamente en la Sala Turina. Nos regaló un recital en el que puso de todo: imaginación para componer figuras de una estética personal por malagueñas y abandolaos, dominio del mantón por granaínas —bien podría llamar a esa creación «la granadina del mantón»—, desparpajo albaicinero por tangos y pasión y genio por soleá por bulería. Es decir, baile y más baile, sin innecesarias historias ni filosofías.
 



La acompañaron al cante David el Galli y Moy de Morón con la guitarra de Luis Mariano  Renedes y la percusión de Miguel el Cheyenne.
 
José Luis Navarro
 
Fecha: 26 de octubre de 2012.
Lugar: Sala Turina (Sevilla)