jueves, 25 de octubre de 2012

José Blas Vega. In memoriam

Ha fallecido un maestro. Todos los que hemos escrito algo sobre el flamenco hemos bebido de él en algún momento. Porque él fue quien sentó las bases de una investigación basada en el análisis riguroso de datos documentales.


En los bajos de la librería que tenía en la calle Espíritu Santo había formado un auténtico "ordenador", cuando aún no se habían inventado estos artilugios —los libros los tenía en vitrinas colocadas a lo largo de un larguísimo pasillo—. Allí, perfectamente "ordenados" alfabéticamente en carpetas unipersonales, guardaba cuanto llegaba a sus manos: recortes de prensa, fotos, programas... Allí se pasaba las tardes atendiendo las múltiples peticiones de artículos, conferencias y colaboraciones que continuamente le llegaban y de allí fue saliendo, libro a libro, una obra impagable. Libros elaborados con la meticulosidad y la paciencia de un joyero: Las tonás (1967), Temas flamencos (1973), Conversaciones flamencas con Aurelio de Cádiz (1978), Los corridos o romances andaluces (1982), El baile del taranto (1983), Vida y cante de Don Antonio Chacón (1986), Homenaje a Bernardo el de los Lobitos (1986), Los cafés cantantes de Sevilla (1987), Diccionario ilustrado enciclopédico del flamenco (1988. Coautor: Manuel Ríos Ruiz), Silverio. Rey de los cantadores (1995), El flamenco en Madrid (2005), Los cafés cantantes de Madrid (2006) y 50 años de flamencología (2007), amén de decenas y decenas de artículos sobre los más variados aspectos del flamenco. Impagables asimismo han sido sus trabajos para las casas discográficas (Hispavox, Philips, Sonifolk) con producciones como Canta Jerez (1967), Magna antología del cante flamenco (1982) y El cante flamenco. Antología histórica (1987), por citar solo algunas. Todo un legado para la historia. ¡Gracias, maestro! Descansa en paz.