jueves, 10 de mayo de 2012

El "ensayo" de Joaquín Grilo


Nadie duda de que Joaquín Grilo es un buen bailaor, pero yo creo que el público se merece algo más que un "ensayo" mañanero. Máxime cuando quienes lo interpretan no llegan en el terreno teatral a la categoría de aficionados. Cuando no se tiene nada importante que decir, lo mejor es expresarse exclusivamente mediante el baile, que palos tiene de sobra el flamenco para la manifestación de todo tipo de sentimientos y emociones.


Por otro lado, no estaría de más que Grilo se replantease algunas cosas. Para empezar: esas posturas desgarbadas y alicaídas con las que suele iniciar los bailes. Hay algo que se llama compostura.

Y ese vestuario... unas botas blancas, un pantalón de chándal morado, una camiseta negra y, encima, una chaqueta de vestir gris. Ya se sabe que para gustos están los colores, pero también es cierto que hay gustos que merecen palos.

Con todo, lo que más nos exasperó fue la falta de respeto por el arte flamenco. Una soleá y una seguiriya son cosas muy serias. No basta con ponerse una chaquetita. No hay excusa para bromas, gracias o "payasadas". Un jerezano debería de saber que eso se deja para las bulerías.
José Luis Navarro
Fecha: 10 de mayo de 2012
Lugar: Sala Turina. Sevilla