lunes, 3 de enero de 2011

Julia Borrull


Julia Borrull era, como decía la prensa de su día, una “cañí de pura sangre”. No solo bailó la farruca, sino que supo imponerle un sello propio. Por eso, le puso por nombre “Farruca Borrull”, un número que interpretaba a los sones y compases que le daba la orquesta. Lo contaron los papeles:
Con gran éxito debutó anoche Julia Borrull, cañí de pura sangre y excepcional artista en este género característico de canciones y bailes.
De su extenso repertorio ejecutó primero, acompañada por la orquesta, el pasodoble “Mi chiquilla” y la farruca “Borrull”.
Después, con acompañamiento de guitarras por su padre y hermano, bailó una danza y el tango clásico gitano, terminando con su original creación El colilla, monólogo bailable.
Por lo castizo de su estilo, por su agilidad y por su graciosa desenvoltura, Julia Borrull es la bailaora neta y tradicional, de casta y raza; pero sin los resabios de mal gusto con que se adultera esta especialidad en los tablados de baja estofa.
El distinguido público de Romea recibió a Julia Borrull con frecuentes aplausos, de que participaron sus acompañantes, los dos famosos guitarristas.
El Imparcial, 25 de abril de 1916.