Es muy posible que yo tenga gustos trasnochados. En más de
una ocasión he confesado públicamente que me enamoré del baile flamenco viendo
bailar a Milagros Menjíbar. Y eso imprime carácter. Hoy se ve muy poco ese tipo
de baile. Abundan más bien unas maneras asexuadas. Lo que, por usar un término
propio de peluquerías, podríamos llamar "unisex".
Anoche estuve, como casi todos los viernes, en la Sala
Garufa. Bailaba Nati James "La Nati", una francesa polifacética —cantante
de jazz y bossa nova, compositora y bailaora—. Apareció con pantalones y me
eché a temblar. Otra de lo mismo, pensé. Desde luego, la terna era impecable —pantalón
negro y chaquetilla blanca con camisa beig con chorreras— y tenía toques
femeninos. Un traje que respiraba elegancia. Y se puso a bailar. Como por
encanto desaparecieron todos mis temores. Llevaba pantalones, pero bailaba en
mujer. Hizo toda una exhibición de femineidad. Y es que hay que reconocer que
el pantalón realza la figura y Nati tiene muy buena figura.
En la segunda parte lució un vestido negro y volvió a encandilarnos
con su baile. Un baile sutil y elegante. Un canon del buen gusto.
Atrás le acompañaron José Méndez al cante, Juan Ramírez a la
guitarra y Adi Movdat a las palmas. Todos desempeñaron con eficacia sus
papeles.
José Luis Navarro
Lugar: Sala
Garufa (Sevilla).
Fecha: 21 de
junio de 2014.