¿Justifica la presencia de Loli Flores, una venerable
reliquia histórica del baile sevillano, el título del concierto que Susana
Casas y Juan José Jaén "El Junco" ofrecieron anoche en el Teatro
Central dentro del ciclo "Flamenco viene del sur"? Desde luego, Loli
dio todo un recital de palillos por seguiriyas y dejó algunas actitudes de
otros tiempos por alegrías. Pero el resto del concierto miró muy poco al
pasado. Un pasado que, salvo unos pocos artistas ―los casos de
Milagros Menjíbar y Luisa Palicio son emblemáticos― empezamos a recordar con
nostalgia y no sin cierta preocupación.
Porque entre las seguiriyas que bailaba
Pilar López y las que anoche hizo Susana Casas sin ninguna duda nos quedamos
con las primeras. Susana hizo el mismo baile ―bastante mejor, por supuesto― que
están haciendo hoy la legión de bailaoras de todas las nacionalidades que recorren
las academias de Sevilla. ¿Y qué decir de la soleá que bailó El Junco? ¿Donde
está la majestad, la solemnidad, que ha sido bandera de ese palo? Juan José
tiene estampa, compostura, unos pies excelentes, pero apenas sin que te des
cuenta se mete enseguida en los terrenos de la bulería por soleá. ¿Qué sentido
tiene llamarle "soleá" a lo que casi no lo es? Y es que para nosotros
las palabras siguen siendo importantes. Sí le vimos en la farruca algunos destellos del pasado que nos recordaron a Antonio Gades, el que le hizo un monumento a este
palo. El resto del espectáculo ―los tangos y la nana de Susana y las alegrías
finales― resultó simplemente entretenido.
Acompañaron desde atrás José Anillo, David "El
Galli" y Chabuca al cante, Roberto Jaén a la percusión y Rafael Rodríguez ―qué
buen toque por seguiriya le hizo a Loli Flores― y Miguel Iglesias a la
guitarra.
José Luis Navarro
Lugar:
Teatro Central (Sevilla)
Fecha: 1 de
abril de 2014.