Rocío Bazán se inspiró en nuestros poetas para ofrecer un excelente
concierto en el que recitó versos e hizo algunos cantes que hoy no se escuchan
muy a menudo.
Empezó con Federico García Lorca. Recitó "Es imposible
callarla" y cantó su zorongo con la luna proyectada al fondo. Hizo una
serrana con letra de Antonio Murciano y un bosque por testigo. Se acordó de
"La Lola" de Manuel Machado y metió por guajiras algunos versos de
"Elegía del niño marinero" de Rafael Alberti, con el mar presidiendo y
David Pérez luciendo su baile, primero sentado y luego adueñándose del
escenario.
Vimos después campos de trigo para una petenera con "Vientos del pueblo
me llevan" de Miguel Hernández. Luego se recreó en unos abandolaos con
letras de Carmen Aguirre. Con ella, David se adornó y dialogó con la percusión verdialera a base de pitos y palillos. Soleares con versos de Manuel Altolaguirre y bulerías para Marifé de Triana, de nuevo
con David dándose sus pataítas y, como cierre, Rocío cantó sus poemas por
martinete.
La esteponera estuvo muy bien acompañada por la guitarra de
Manuel Herrera, la percusión de Raúl Botella y las hechuras de David Pérez, que puso
el broche de oro a un espléndido recital de cante.
Rocío Navarro
Fotos: Remedios Malvarez
Cortesía de Cajasol
Lugar: Sala Turina (Sevilla)
Fecha: 21 de noviembre de 2013.)