Anoche el Sacromonte visitó la Sala Turina de Cajasol. Lo
hizo de la mano de Iván Vargas, un joven bailaor que hace un baile vinculado a
Granada y a sus cuevas del camino del Monte ―él nació en una de ellas, la de La
Rocío―. Fue un concierto sin más argumento que el baile que, para que no
cupiesen dudas, él tituló con un explícito "Yo mismo".
Iván Vargas (Granada, 1986) hace un baile de fuerza, garra y
zapatazo. Un baile que tiene su base en el compás y que él adorna con algunos marcajes,
desplantes con los brazos al cielo, y muy estudiadas figuras. Precisamente, lo
abrió con una estampa prefabricada, muy del gusto turístico, en la que él
aparece sentado y enmarcado por las tres flamencas que le acompañan, Rocío
Vargas, Estela Rubio y Sandra Córdoba.
Luego, con proyecciones de caminos y chumberas sacromontanas al fondo, bailó por seguiriya, por tarantos rematados por tangos y cerró con unas insípidas alegrías. Un cierre en el que recordó a sus paisanos Mario Maya y Manolete, bailando sentados en una silla.
Luego, con proyecciones de caminos y chumberas sacromontanas al fondo, bailó por seguiriya, por tarantos rematados por tangos y cerró con unas insípidas alegrías. Un cierre en el que recordó a sus paisanos Mario Maya y Manolete, bailando sentados en una silla.
El atrás, salvo los detalles de la guitarra de Juan Campallo,
resultó verdaderamente atronador. Aunque lo dirigía con el bastón Juan Andrés
Maya, tío del bailaor, fue ajeno del todo a Granada ―los fandangos de Frasquito
Yerbabuena sonaban a cualquier cosa menos a quien los hizo famosos y lo mismo
puede decirse de los tangos―. Lo formaban Manuel Tañé, El Galli y Moi de Morón
al cante y José Carrasco al cajón.
José Luis Navarro
Fotos: Jaime Martínez
Fundación Cajasol
Fundación Cajasol
Lugar: Sala Turina (Sevilla)
Fecha: 24 de octubre de 2013.