Sin duda, el mayor atractivo del recital que anoche dirigió
Eduardo Rebollar en la Sala Turina de Sevilla era la presencia, entre sus
invitados, de Calixto Sánchez. No pudo ser. Un percance, más aparatoso que
grave, lo impidió. Pero la sombra y los ecos del mairenero planearon toda la
noche en el auditorio. Es que no puede un artista retirarse cuando está en
plenitud de condiciones. Es comprensible que abandone esas salidas agotadoras a
las peñas y los pueblos andaluces —viajar, cantar y regresar a casa con
las claras del día—, pero de eso a retirarse media un abismo.
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Dibujo de José Ojeda |
Sin Calixto, el recital resultó bastante anodino. Lo abrió Eduardo
Rebollar con una composición —básicamente una combinación de
falsetas—
en la que transitaba del toque por malagueñas al de soleá. Siguió Laura Vital, que incurrió en esos
piropos a Sevilla —"Sevilla que es la cuna de todo esto"— y
al público "de Sevilla" —"que me causa tanto respeto"— que
suenan a la clásica "ojana" de algunos flamencos y de los que debería
prescindir un artista que se precie. Hizo tientos, cantiñas y una selección de tangos
en los que destacó sobre el cante el acompañamiento que le hizo Rebollar. En realidad
la cantaora de Sanlúcar puso el listón bastante bajo. Lo superó con creces, José
de la Tomasa que fue lo más destacado de la noche por su seriedad y su bien
hacer por soleá y por seguiriyas. Cerró el recital por alegrías Yolanda Lorenzo
que se acopló al tono general del concierto.
Deseamos a Calixto una pronta recuperación y esperamos poder
escucharle pronto.
José Luis Navarro
Fecha: 3 de mayo de 2012.
Lugar: Sala Turina. Sevilla