Antonio Molina “El Choro” (Huelva, 1985) presentó en Los
Jueves Flamencos de Cajasol “Mi baile”, una selección de temas de sus dos
primeras obras, “Aviso: Bayles de Jitanos”, estrenada en el Festival de Jerez
de 2016, donde obtuvo el Premio Revelación, y “Gelem” recién estrenada también
en el Festival de Jerez 2018. Dos obras en principio de temática gitana, coreografiadas sin
embargo, por dos bailaores castellanos, su paisano Rafael Estévez y el
granadino Manuel Liñán, respectivamente.
Fotografía: Remedios Malvárez. Cajasol |
En todos los bailes que hizo El Choro mostró una personalidad
arrolladora y evidenció la temprana madurez de un bailaor hecho y derecho. Hizo
un baile visceral al que puso temperamento, garra, pasión y genio. Y, por
supuesto, muy buenas maneras: unos pies seguros, rotundos, y un braceo
expresivo, contundente, que adornó a base de pitos. Y llegó al espectador. Nos
hizo sentir todo lo que a él le inspiraba el cante. Nos emocionó.
Principió con unos fandangos de su tierra, siguió con un paso
a dos con Gema Moneo, una zarabanda que se alejó de esos movimientos miméticos de
muchos bailes en pareja para convertirse en un diálogo rico y fértil del bailaor
y la bailaora.
Fotografía: Remedios Malvárez. Cajasol |
Se entregó por entero a la emoción con Pepe de Pura en una toná escalofriante.
Se relajó por cantiñas con el cante y el toque de Jesús Corbacho. Y remató con
una soleá impetuosa. Así es El Choro y así baila.
Fotografía: Remedios Malvárez. Cajasol |
Fotografía: Jaime Martínez. Cajasol |
Gema Moneo (Jerez, 1991), artista invitada, apuntó buenas
cosas en una seguiriya intensa, muy al estilo de El Choro, a la que le imprimió
ese personal desgarro que caracteriza al onubense.
Fotografía: Jaime Martínez. Cajasol |
Atrás, los pusieron en suerte Jesús Corbacho, Pepe de Pura y
Jonathan Jiménez al cante, con las guitarras de Juan Campallo y David Caro y la
percusión de Paco Vega. Todos a pedir de boca.
Fue un recital de los que no entran muchos en las
programaciones al uso.
José Luis Navarro